Debo admitir que no han sido los desastres producidos por la enésima reproducción de la espiral acción-reacción de nuestros incorregibles contendientes de Gaza.
Ha sido el video casero, cutre y malintencionado de Miguel: mejor dicho, de un ¿compañero? que grabó a Miguel mientras otro ¿compañero? le hostigaba en clase.
Dan ganas de llorar. No tanto por Miguel (que parece haber tenido suerte y a diferencia del Jokin que se tiró al vacío es ahora, dos años después, un chaval feliz según dice su padre), sino por su compañerito: ¿será él feliz?
Y aún más estremecedor: dice el omnipresente Urra que el perfil de la víctima es el de "alguien distinto a sus compañeros". He aquí el delito máximo, el que no se puede cometer con doce años: ser distinto.
Ahora bien: hay quien dice que esto es una prueba (más) de la decadencia moral de la sociedad, de que el mundo va a la debacle. Tonterías. Todos hemos tenido doce años y sabemos que una clase de BUP (ops, qué antiguo!) o de ESO puede ser un ecosistema complicado donde los más débiles (o los "distintos") sufren, salvo que se blinden o finjan no ser distintos.
Cruel, injusto, pero no nuevo. Si acaso, al contrario: antes eso sí eran "chiquilladas", y ahora sale en los telediarios y provoca el escándalo de todos (incluso de los padres de los compañeros de Miguel).
Nosotros, no "la sociedad": somos nosotros, que tenemos o tendremos hijos en esas edades y que los llevamos a colegios donde esperamos que mágicamente nos los devuelvan convertidos en adultos responsables, quienes debemos asumir ese "accountability": el de hacer que nuestros hijos ni ejerzan, ni sufran, ni toleren esas situaciones, y el de (siempre después de lo anterior) exigir al colegio que apoye a los buenos y castigue a los malos (en lugar de echar tierra o mirar para otro lado).
Pensar que en esto también es válida la responsabilidad personal ayuda a verlo con optimismo (al fin y al cabo, depende de nosotros).
Responsabilidad personal y optimismo... parece que también me ha impactado el comentario de ayer de Solarsister!
2 comentarios:
No se cuál de los personajes de la historia me produce más escalofríos: el "hostigador", el "cámara", o incluso los padres de ambos...Pensar en cualquiera de ellos me deja sin palabras, pero con un mal cuerpo terrible.
Sin embargo, ponerme en lugar de Miguel o sus padres me transmite sensaciones mucho más cálidas.
Y vuelve a aparecer en mi cabeza una antigua y ¿absurda? pregunta: qué papel prefieres...¿víctima o verdugo?
Mi historia cuando no había cámaras.
12 años ... 1º de BUP:
Los "dos mayores" de la clase (Carlos y no me acuerdo del otro, ambos repetidores) me encierran en el armario del aula y meten periódicos. Los prenden fuego.
Salí indemne gracias a la llegada oportuna de la profesora.
Mi delito .. por ir adelantado, ser dos años menor que los mayores.
Hoy Carlos creo que es funcionario y del otro no me acuerdo.
Como dice Víctor estemos muy encima, es nuestro asunto.
Ayer y hoy.
Justo
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