viernes, 9 de enero de 2009

Miguel es distinto

Cuál ha sido la imagen que más me ha conmovido en los últimos días?

Debo admitir que no han sido los desastres producidos por la enésima reproducción de la espiral acción-reacción de nuestros incorregibles contendientes de Gaza.

Ha sido el video casero, cutre y malintencionado de Miguel: mejor dicho, de un ¿compañero? que grabó a Miguel mientras otro ¿compañero? le hostigaba en clase.

Dan ganas de llorar. No tanto por Miguel (que parece haber tenido suerte y a diferencia del Jokin que se tiró al vacío es ahora, dos años después, un chaval feliz según dice su padre), sino por su compañerito: ¿será él feliz?
Y aún más estremecedor: dice el omnipresente Urra que el perfil de la víctima es el de "alguien distinto a sus compañeros". He aquí el delito máximo, el que no se puede cometer con doce años: ser distinto.

Ahora bien: hay quien dice que esto es una prueba (más) de la decadencia moral de la sociedad, de que el mundo va a la debacle. Tonterías. Todos hemos tenido doce años y sabemos que una clase de BUP (ops, qué antiguo!) o de ESO puede ser un ecosistema complicado donde los más débiles (o los "distintos") sufren, salvo que se blinden o finjan no ser distintos.
Cruel, injusto, pero no nuevo. Si acaso, al contrario: antes eso sí eran "chiquilladas", y ahora sale en los telediarios y provoca el escándalo de todos (incluso de los padres de los compañeros de Miguel).

Nosotros, no "la sociedad": somos nosotros, que tenemos o tendremos hijos en esas edades y que los llevamos a colegios donde esperamos que mágicamente nos los devuelvan convertidos en adultos responsables, quienes debemos asumir ese "accountability": el de hacer que nuestros hijos ni ejerzan, ni sufran, ni toleren esas situaciones, y el de (siempre después de lo anterior) exigir al colegio que apoye a los buenos y castigue a los malos (en lugar de echar tierra o mirar para otro lado).

Pensar que en esto también es válida la responsabilidad personal ayuda a verlo con optimismo (al fin y al cabo, depende de nosotros).

Responsabilidad personal y optimismo... parece que también me ha impactado el comentario de ayer de Solarsister!


2 comentarios:

solarsister dijo...

No se cuál de los personajes de la historia me produce más escalofríos: el "hostigador", el "cámara", o incluso los padres de ambos...Pensar en cualquiera de ellos me deja sin palabras, pero con un mal cuerpo terrible.
Sin embargo, ponerme en lugar de Miguel o sus padres me transmite sensaciones mucho más cálidas.

Y vuelve a aparecer en mi cabeza una antigua y ¿absurda? pregunta: qué papel prefieres...¿víctima o verdugo?

Justo dijo...

Mi historia cuando no había cámaras.

12 años ... 1º de BUP:

Los "dos mayores" de la clase (Carlos y no me acuerdo del otro, ambos repetidores) me encierran en el armario del aula y meten periódicos. Los prenden fuego.

Salí indemne gracias a la llegada oportuna de la profesora.

Mi delito .. por ir adelantado, ser dos años menor que los mayores.

Hoy Carlos creo que es funcionario y del otro no me acuerdo.

Como dice Víctor estemos muy encima, es nuestro asunto.

Ayer y hoy.

Justo