martes, 11 de noviembre de 2008

Gore, "més que una compañía"

Salimos del hotel a las 6:30am (!) para visitar WL Gore, la compañía fundada por Bill Gore (nada que ver con Al), un antiguo empleado de DuPont que hace 50 años se aburrió de que no le dejaran innovar con materiales y creó su empresita en el garaje (qué partido le sacan estos americanos - yo en el mío sólo veo coches, bicis y trastos, y no oportunidades de negocio).

Allí en un edificio escondido en el bosque nos recibe a las 7am la mismísima CEO, que se pasa hasta la 1pm con nosotros - eso es un CEO con tiempo disponible!


Lo que nos cuenta tiene aspectos más de "iglesia" que de compañía (de ahí el título de hoy). Pero es probablemente el caso más asombroso de identificación colectiva de 1800 empleados con una filosofía que parece de otro planeta.

Para empezar, su uso del lenguaje es muy estricto, e imprime carácter: no hay empleados sino asociados (como los remeros de una galera que aparecía en un libro de Asterix, si alguien se acuerda), no hay managers (ni mucho menos "jefes") sino líderes, no hay presupuesto sino inversiones, no hay compañía sino "enterprise" (más poético), no hay títulos (director etc.) sino "compromisos"...


Toda la empresa gira en torno a una sola tecnología: el ePTFE (Teflon), a partir del cual crearon el tejido Gore-Tex, y un montón de aplicaciones más, desde stents vasculares (ver foto con todas las prótesis que hacen) hasta las mejores cuerdas de guitarra acústica (las Elixir).

La filosofía es simple: "si tienes a la gente adecuada y la cultura correcta, no te hacen falta ni reglas ni jerarquías"... y lo increíble es que el difunto Gore lo hizo cumplir a rajatabla.



  • No hay jefes: para que alguien sea considerado un líder, debe hacerse con "seguidores" (followership) - y eso lo debe conseguir convenciéndoles de que le sigan en su proyecto (y cualquiera puede decir no).

  • El proceso de selección es extremadamente riguroso: a un candidato le entrevistan más de una docena de personas, incluyendo quienes van a ser sus compañeros, para asegurar que encaja con la cultura.

  • Cuando empieza un nuevo empleado (ooops, asociado!), no se le asigna trabajo y jefe, sino un espónsor y una lista de gente con quien hablar, para que entre todos vayan decidiendo a qué se va a dedicar (este proceso puede tardar meses).

  • Los líderes (incluido el CEO) se eligen más o menos por votación popular entre los asociados, que son todos accionistas.

  • El proceso de "contribution & compensation", que fija los salarios de toda la compañía, se hace con una "contribution list", en la que todos votan un ranking de todos los asociados: los primeros se llevan más subida, y los últimos ninguna. Es la evaluación 360º llevada a otro nivel.
Quizá los tres aspectos más definitorios del carácter de Gore son:

La cultura

Tienen una descripción de su cultura increíblemente formalizada, procedente del fundador: una serie de círculos concéntricos, formada por creencias -> principios -> valores -> disciplinas -> prácticas.

Como ejemplo, el núcleo de cuatro creencias es: creencia en el individuo, el poder de los equipos pequeños, estar todos en el mismo barco, y la "linea de flotación" (waterline): por encima se pueden hacer todos los agujeros que se quiera al barco, por debajo hay que consultar.

La innovación

Su mayor foco no es el cliente ni el beneficio (no cotizan), sino lanzar productos únicos e innovadores. Cada líder tiene que "vender" sus proyectos de desarrollo hasta que consigue apoyo (y financiación) del resto de la compañía (ops, enterprise). En la foto, el primer traje espacial de GoreTex

Además, a cada empl... asociado se le deja "dabble time" (tiempo de entretenerse) para trabajar en lo que le apetezca, y "fracaso" tampoco está en el vocabulario.


El liderazgo

En una "highly-empowered organisation" como ésta, donde los jefes no tienen autoridad formal sino que se la tienen que ganar día a día, para una función de líder no vale cualquiera. Debe estar cómodo sin autoridad (quién de nosotros lo estaría?), confiar en la gente, explicar (y convencer) del motivo de cada decisión, resistir la tentación de añadir proceso y burocracia para compensar la falta de autoridad... y sobre todo invertir para crear el entorno que permita funcionar así. No es extraño que casi ningún líder venga de fuera - todos son desarrollados en la casa!

La charla final con un grupo de empl... asociados! de varios tipos confirma que, aunque la situación sea difícilmente exportable a compañías cotizadas, en entornos menos high-tech y con más competidores, el resultado en este caso es una plantilla increíblemente motivada y comprometida, con una energía colectiva asombrosa. Lo único malo es que parecen una secta ;-(

5 comentarios:

waly dijo...

enhorabuena, y gracias, por la iniciativa. La calidad de los posts augura muchas lecturas interesantes. Un abrazo

spj dijo...

Dos (largos) comentarios me suscita el post.

1. No me extraña la fe de los empleados de la empresa (sólo voy a utilizar la terminología española). Mi experiencia me dice que se producen más desafectos con la compañía en la que trabajas debido a la incomprensión de las decisiones que toman tus responsables directos que a las grandes decisiones que se toman por parte de la dirección. Que un jefe, cualquier jefe, deba convencer a sus subordinados de las decisiones que toma es, simplemente, una quimera para cualquier empleado.

2. Dicho esto, esa cultura jamás funcionaría en España. Aquí (casi) todo el mundo se consideraría con la capacidad necesaria y suficiente para ser el jefe y no se dejaría convencer por nadie.

Es como lo que dice el chascarrillo de que en EEUU existe la posibilidad real de que alguien sin ningún conocimiento previo de cocina pueda hacer pasteles de forma habitual porque se limitaría sistemáticamente a seguir las instrucciones de la receta, de forma que obtendría siempre el resultado esperado. Sin embargo, en España, el mismo perfil de persona no se resistiría a ser creativo en algún aspecto (menos azúcar, más canela, etc), aun cuando no tuviera la más remota idea del efecto de los cambios en las dosis de los ingredientes, obteniendo resultados, cuanto menos, sorprendentes.

Podemos consolarnos pensando que aunque este tipo de filosofía no nos permitirá crear en las próximas décadas un Gore-Tex en España, al menos de momento podemos presumir de tener un Ferrán Adriá...

L&K

Lewis Slope dijo...

Muy interesante, VBB. Se me ocurre que siempre es posible otra visión de la realidad. Como se suele decir: no hay salsa mas sabrosa que el hambre, cama más cómoda que el cansancio ni autoridad mas sólida que el convencimiento.

Please keep on telling us your fascinating story.

Unknown dijo...

No tenía ni idea de que mis botas de campo estaban hechas con un material desarrolado por una banda de psicópatas. ¡Con todo el respeto!

Estoy de acuerdo que eso en España... Pues eso, una secta.

Justo dijo...

Acabo de mandar a Gore mi CV en formato de Programa Electoral.

Justo