martes, 31 de julio de 2018

Lunes 30 - Gira por la Garrotxa

 
Mal empezamos - amanecemos un poco tarde para correr.
Así que compramos pan y embutidos para el picnic del almuerzo, y nos ponemos en marcha para hacer la ruta que nos recomendó el del hotel: Beget - Besalú - Olot


La noche anterior había visto unanimidad en los comentarios de Trip Advisor sobre Beget: 'carretera infernal... pero una vez que llegas, el pueblo merece la pena'. Y lo cierto es que suscribo (suscribimos) todo ello. La carretera es estrecha y con cientos de curvas, muchas de 180º (o de 360, como dirían algun@s :-)). Se me cansó la mano de tocar el claxon en cada curva sin visibilidad, costumbre que parece interesar mucho a la nueva generación de Bravos)

El caso es que efectivamente Beget es un pueblo precioso - como decía Isabel de Bath, demasiado perfecto para ser real. Casas rústicas de piedra, un río de montaña con un cauce de piedra inmaculado, y una iglesia románica de las de libro de texto del Pirineo catalán. Hela aquí:


Total, un paseo muy agradable por un pueblo de cuento:



 
 
Ponemos rumbo a Besalú, ya bastante más en el valle. Como nos decía nuestro consejero, la diferencia de altitud se nota, y hacía verdadero calor.
Al llegar ya habíamos hecho hambre, y lo primero que hicimos fue buscar el sitio de picnic en la plaza del pueblo. Bocatas de longaniza local, queso, chorizo y fruta. Laura dice que no me reconoce, comiendo como un homeless en una plaza pública...






Luego entramos en la iglesia del fondo, la de Sant Pere. Como le pasa a la de Camprodón, es la iglesia de un antiguo monasterio, del que sólo queda en pie el templo.
El interior tan austero como sólo puede serlo una iglesia románica - impresiona.

 
 

El pueblo es agradable, un buen conjunto medieval,aunque no tan bonito como esperábamos. Lo más original es el puente, que tiene dos tramos con diferentes ángulos (Kike no acaba de entender el motivo, y no se lo sabemos explicar)
 
 

 
De camino a Olot, pasamos por Castelfollit de la Roca, un anticipo de la 'región volcánica' de La Garrotxa. Un 'risco basáltico' sobre el que se alza el castillo y el resto de la ciudad como un barco. llama la atención.
 
 
Región volcánica, he dicho? Sí, mucho cartel y mucho anuncio, aunque no acabamos de ver lo que uno espera de un volcán: cráteres, lava ardiendo o al menos humeando... lo cierto es que toda esta zona parece estar salpicada de antiguos volcanes... pero para cuando nos acercamos a algunos de ellos entre Olot y Santa Pau, por un lado asoma ya el cansancio en los expedicionarios, y por otro surge la necesidad e buscar una tienda que me cambie la batería del teléfono... e ingenuamente pensamos que en Camprodón la encontraremos, de modo que emprendemos regreso.

Al llegar nos sacan de nuestro error, de modo que nos vamos a casa y echamos un rato de descanso con el concurso de Arturo Valls - un día tenemos que apuntarnos.
Y cuando hemos repuesto fuerzas, salimos a dar un paseo por Camprodón, con una luz muy agradable que saca colores bonitos en las fotos del puente (además del amarillo)




Finalmente nos sentamos en la terraza de la taberna El Caliu, en la Plaça de la Vila. Allí cenamos de tapas, unas autóctonas, como las patatas de Olot rellenas de carne, la escalibada o la llonganisseta, otras más universales como las croquetas.

Un día cansado y estupendo - hasta tal punto que luego en casa saco las ganas para desempolvar este blog y escribirme tres entradas para estos dos días... buen principio, a ver si sigo!

Domingo 29: Madrid - Camprodón

Salimos la mañana del domingo 29 de Julio, justo después de haber regresado de la maravillosa semana con la big family en Asturias (como muestra, esta foto de la playa de Moniello en Luanco)
 
También volvía con todos los muebles para recolocar en Iris, después de una (no muy exitosa) intervención en la tarima... pero esa es otra historia.

El caso es que el domingo -como los ricos - nos hicimos los 666 kilómetros hasta Camprodón, capital del valle del mismo nombre, pueblo de tamaño medio (es decir, que tiene supermercados locales como Esclat o Spar, pero no Mercadonas, let alone El Corte Inglés). En el corazón de la región que más vive el lazo amarillo, pero es lo que hay.


Una vez recogidas las llaves del apartamento (bastante digno aunque sin Wifi 😨), hicimos un poco de compra y cenamos una digna pasta con ajo y longaniza de la tierra. Luego un rato de Calleja con Eva Hache en Alaska que estuvo entretenido


 
Mañana haremos el tour que nos ha recomendado el chico del hotel que nos dio las llaves, que parece de fiar.
 
 

Pirineos 2018 - el tercer tour ibérico

Ya llegan estas entrañables fechas en las que hacemos el viaje veraniego, que es un buen motivo para refrescar el blog tras su letargo invernal.
Sí, ya sé que aún tengo pendiente buena parte de Portugal 2017, pero... aunque no me creáis, esta me la acabo! (aunque sea al rebufo de 2018).

Este año hacemos un recorrido por los Pirineos de Este a Oeste, con estancias en cada una de las provincias pirenaicas: Girona (Camprodón), Lleida (Erill la Vall, en Boí), Huesca (Panticosa) y Navarra (Isaba) - a ver qué tal se da!